El pasado mes de febrero, los alumnos que cursan la asignatura Artes del Libro en la modalidad artística del primer año de bachillerato, acudieron al museo IAACC Pablo Serrano (Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos), para ver una exposición titulada: “Retrato de un campo de internamiento: Gurs 1939-1944”.
La puesta en escena de esta exposición estaba muy bien organizada y era muy variada. El conjunto de dicha presentación era muy sensible y sentimental. Todas esas memorias plasmadas en dibujos transportaban a ese momento y a ese lugar.
En la entrada había información y fotografías contextualizar y luego ya los dibujos organizados por temáticas. Eran obras preciosas y muy expresivas que, gráficamente, mostraban mejor cómo era la situación que a través de las palabras. Ilustraciones de momentos de vida cotidiana (ancianos pelando patatas, un hombre en su habitación, una mujer amamantando…) representadas con distintas técnicas de dibujo. Se pueden apreciar gran cantidad de escenas, y aunque la mayoría expresaban sentimientos de tristeza y angustia, en las obras de los niños se podía apreciar esperanza y nostalgia hacia sus hogares.
Gracias a su historia, hemos podido conocer cómo se vivía ahí, las condiciones y las cosas que se les rondaban por sus cabezas: libertad, ilusión, hambre, muerte, inestabilidad… Además, los artistas no solo eran personas adultas, sino que también había una sección de dibujos de niños como hemos comentado.
La muestra transmite mucha impotencia y el pensamiento de que la historia, sea cual sea, debe ser conocida, para que no se vuelvan a repetir este tipo de actos. Fue interesante y fácil de imaginar lo difícil que era vivir ahí a través de sus obras y esos sentimientos que podrían llegar a sentir los artistas: su pena, ese dolor, su angustia y esas pequeñas esperanzas que tuvieron esos hombres y niños por salir algún día de allí.
Al ver la exposición pudimos sentir varias emociones, pero una de ellas fue la de sorpresa por lo bien que estaban las obras al tener tan pocos recursos. Los dibujos eran muy chocantes, cada autor plasmaba su forma de ver la situación en la que se encontraba tanto positiva como negativa.
Otra sensación fue la de admiración, porque buscaron una salida en un momento tan difícil ilustrando momentos tan tristes y emotivos y que tal vez sin aquellos artistas que los retrataron no se habrían conocido.
En la exposición sobre Gurs hemos podido apreciar un poco más de sus sentimientos desde los ojos de aquellos que veían pasar sus días en aquel campo de internamiento.
Sus obras, que pasaron a la posteridad, fueron la pequeña fortuna que nos deja ver que el arte supera a la ficción. Esta interesante exposición, contaba la realidad desde un punto de vista artístico que en algunos casos llegaba a asemejarse bastante a la realidad. Nos ha hecho pensar sobre la suerte que tenemos de poder vivir como vivimos, y que esta visita nos sirva para comenzar a valorarlo un poco más.
Gloria García, Departamento de Artes.