Viaje a Madrid

Hace unos días Departamento de Historia organizó un viaje a Madrid para los alumnos de segundo de bachillerato C y D. Al mismo acudieron en calidad de acompañantes los profesores Javier Leal, Santiago Jiménez y Guillermo Vicente. El trayecto hasta Madrid fue en AVE, lo cual todos agradecimos mucho, transcurrió sin contratiempos y fue muy ameno.

Una vez habíamos llegado a nuestro destino, todos visitamos el Museo Arqueológico Nacional. Se trata de uno de los museos arqueológicos más relevantes a nivel mundial por la calidad y volumen de su colección. La exposición de la misma tiene una clara intención pedagógica, ordenada cronológicamente y distinguida por etapas. Personalmente, he de decir que aunque disfruté especialmente de esta visita, hubiera apreciado contar con un guía. No obstante, la libertad que se nos otorgó permitió que cada uno se detuviera en las áreas que más llamasen su atención. En mi caso, me sorprendió la espectacularidad de la zona destinada a Egipto, que quizás habría de dedicarse a otros periodos más relevantes para la historia de España.

A continuación, se nos dio la opción de ir al Museo Reina Sofía para conocer el Guernica de Picasso.Esta obra tiene particular trascendencia, pues encarna los horrores de la Guerra Civil, tema que precisamente estamos estudiando actualmente. Por otro lado, probablemente más de uno quedó impresionado al conocer su tamaño real.

Después de comer y disfrutar de un tiempo de ocio, que muchos empleamos en pasear por el parque de El Retiro, acudimos al último museo: El Prado. Allí nos esperaban las principales obras de El Greco, Goya y Velázquez. En esta ocasión sí tuvimos guía, lo cual a mis ojos es un punto a favor nada desdeñable. Así, la visita se hizo breve –quizás incluso demasiado-, y puedo decir que salí sabiendo más de lo que antes conocía, y, por supuesto, fascinada por las Pinturas negras (Destacando el famosísimo Saturno devorando a su hijo, que a nadie deja impasible), el “secreto” detrás de Las Meninasy la humanidad de los retratos de los bufones.

Finalmente, cada uno pudo recorrer la ciudad libremente hasta la hora de volver. La excursión destaca pues justamente por esta libertad, que la hace muy agradable sin restar el componente didáctico.

Para concluir, diré que se trató de una salida muy satisfactoria que constituyó además una oportunidad que no se suele dar a alumnos de 2º, y por eso mismo también se agradece y valora más todavía. En definitiva, la recomiendo para futuros alumnos o cualquier persona con intereses culturales.